Domingo, 28 Mayo 2023 23:16

Plantar un jardín de paz

jardíninstituto cAl principio del libro del Génesis, la Biblia nos dice que Dios plantó un jardín en el Edén. El Edén es el lugar del deleite, de la mansedumbre, de la bondad, de la amabilidad. Después de plantar todos los árboles y plantas del jardín, Dios colocó allí al hombre y a la mujer para que fueran felices, para que recibieran abundancia de vida. Entonces Dios animó al hombre a plantar a su vez, a multiplicarse, a ser fructífero en todos los sentidos de la palabra, pues el hombre debía ahora continuar y completar lo que Dios había comenzado

Pero entonces el hombre rompe su contrato con Dios. Adán y Eva son expulsados del Edén. Caín mata a su hermano Abel y no quiere asumir su responsabilidad. La violencia se apodera de la humanidad, ahora hipotecada, y todavía hoy sufrimos las duras consecuencias.

¿Quién reparará esta brecha? La Biblia ya nos presenta un personaje femenino que aplastará la cabeza de la serpiente... una segunda Eva que, esta vez, dirá "sí" al plan del Padre. Ella albergará en su seno al Príncipe de la Paz; nacerá de ella y será "plantado" en este mundo para instalar su luz y su paz. En una cruz plantada en el Gólgota, será erigido, crucificado para obtenernos la salvación.

Gracias a la Virgen María y a su hijo Jesús, podemos, a nuestra vez, trabajar para construir la paz en nuestro entorno. Con ellos, en el Espíritu Santo, podemos plantar un jardín de paz, planta a planta, semilla a semilla, con nuestras acciones y actitudes, para que nuestro mundo vuelva a ser un lugar de bondad y mansedumbre. Deseo que nos convirtamos en "sembradores de paz", la quinta y no la menor de nuestras cinco actitudes de vida.

Violaine Couture, Oblata de Canadá