Señor, haz que
donde está el mundo
lleve la presencia de Dios,
donde hay calumnias, murmuraciones y prejuicios,
que yo lleve la ausencia de critica, el respeto al prójimo,
ahí donde hay gemidos, quejas, murmuraciones,
ponga la ausencia de queja inútil,
un sentido de asombro,
donde hay diletantismo, pereza, egoísmo,
el interés propio, el ponerme a mí primero y a los demás después,
ponga el servicio, la dedicación, el don de mí mismo,
donde hay desacuerdo, disputa, malestar,discusión,
yo lleve la paz.

Señor, haz de mí una fuente,
un elemento, un artesano, un hacedor de paz,
un vehículo de caridad, un profeta de esperanza
con el rostro del Señor resucitado.

Señor, hazme vivir el espíritu de las Bienaventuranzas,
haz de me un constructor de tu Reino,
modélame según el corazón de María. Amén.

Extracto del libro «Yo te acojo», p.161, Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.