Este mensaje del Padre Parent es una invitación a vivir una renovación espiritual y personal en el día a día. Es un mensaje de esperanza, de paz, de alegría y de amor.

Una esperanza que nos da una confianza inquebrantable en la benevolencia y la fidelidad de Dios. La que nos anima a mirar más allá de los obstáculos que a veces se presentan.

Una paz que nos inspira a convertirnos en artesanas de paz en el mundo. Una paz construida a través de acciones de benevolencia que apaciguan ciertos conflictos al establecer relaciones basadas en la comprensión y la aceptación de los demás tal y como son.

La alegría que brota de esta certeza del amor divino, nos prepara para acoger a Jesús en los demás; para descubrir la belleza de las pequeñas cosas y acogerlas con gratitud.

El amor incondicional de Dios en nosotros nos invita a manifestar un amor similar a través de gestos sencillos de amabilidad, escucha, paciencia y perdón.

Lucile Authier