Mujer de corazón misionero que obró en la República Dominicana durante muchos años para enseñar a las mujeres a asumirse y así alejarse de la prostitución que se presenta ante ella cada día.
Susana tuvo la responsabilidad de una escuela de enseñanza para el hogar durante ocho años en la cual enseñó a las mujeres a bordar, tejer y cocer para ganarse la vida. Hoy día, muchas de esas mujeres han llegado a ser profesoras y están muy agradecidas por haber tenido esta oportunidad de aprender para poder compartir con los suyos.
Susana tiene mucha gratitud con Michelle Naud quien le enseñó frivolité, macramé, pintura sobre tela, etc. para así poder ofrecer a las mujeres la posibilidad de guardar su dignidad.
Las labores manuales son medios de educación puesto que los cursos enriquecen y dan nuevos conocimientos que contribuyen a la formación integral.
