Ojalá y no se repita ver nuestra calle vacía y no escuchar la alegría de los niños con sus risas.
Ojala y no se repita ver nuestras caras tapadas que apenas nos conocemos la gente de una barriada.
Ojalá y no se repita el cloro en todas las casas, en los comercios y bares, a la entrada de la plaza.
Ojalá y no se repita, ese saludo a distancia, que le quita la importancia, a todo, el que desde lejos, nos dice ¡NO SE VISITA!
Ojalá y no se repita ver las caras tan cansadas, de médicos y enfermeras, de los que limpian los pisos y tantas personas buenas que trabajan calladitas en la famosa "pesquisa".
Ojala que se repitan los aplausos cotidianos, cuando se marche el Corona y nos quedemos hermanos.
Ojala que se retire y que nos deje a su paso, el saludo acostumbrado, ¡dándole el valor que tienen el encuentro y el abrazo!
Ojalá que valoremos nuestra hermosa creación , regalo de Dios pensado, a toda la humanidad , ¡para ser distribuido en paz y fraternidad!
¿Cómo podremos pasar de la pesadilla al sueño? Cuando en nuestro corazon desaparezca el rencor, la mentira, la traición y nuestro Corona Virus, empiece a llamarse ¡AMOR!.
Hilda M.
Abril 2020