Miércoles, 29 Noviembre 2023 13:32

UN FINAL DE VIDA FRUCTÍFERO - Cap. 4 - Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.

cruz padre parent

CAPÍTULO  4 -
Un final de vida fructífero







- Una herencia a compartir hoy; la espiritualidad de las cinco actitudes:

Toda su vida el Padre Parent se aplicó a buscar la voluntad de Dios para ser guiado en su apostolado. Desde que el Espíritu Santo le inspiró la espiritualidad de las cinco actitudes, se hizo para él un principio de vida personal y se sirvió de él como instrumento de evangelización. Él anunció este mensaje como la buena nueva de una vida pacífica, sobre las huellas de Jesús, y se aseguró de que esta buena nueva sea llevada seguidamente gracias a los contactos de las personas que la vivieron.

- Un gran desapego: se une allí a una comunidad de Oblatos en la Residencia Reina de los Apóstoles (Résidence Reine-des-Apôtres):

Ante la llegada inminente de la venta del Campus de la sede social de las Oblatas en el bulevar que lleva su nombre, se muda a Cap-de-la-Madeleine y se une allí a una comunidad de Oblatos en la Residencia Reina de los Apóstoles (Résidence Reine-des-Apôtres). Aunque las oblatas que trabajaban para él lo siguieron, no dejó de ser una gran prueba para él. Hacía más de 50 años, que vivía con las oblatas y siempre había estado en el centro de las actividades de la sede social. Aún si ya no estaba en la administración desde hacía más de 35 años, estaba al tanto de todo, se interesaba en todas y se maravillaba siempre de la acción del Espíritu Santo en el apostolado de cada uno y de cada una. Ha repetido a menudo que, como mujeres, las oblatas le habían enseñado la ternura.

- En camino hacia la Casa del Padre, le 17 de mayo 2009:

Ya nonagenario, con su salud que disminuía cada vez más, debió dejar de escribir. Sin embargo, nunca cesó de ser un apóstol. Todos los días cuando podía, iba a los terrenos del Santuario para rezar su rosario allí. Conversaba con los niños, los peregrinos, los asiduos al Santuario. Así se hizo  un grupo de amigos que lo acompañaban en su oración. Más tarde, cuando ya no podía ir más allá del portal de la casa, sus amigos fieles seguían yendo a verlo.

Finalmente su salud se vio severamente afectada al punto de que necesitaba cuidados de enfermería que no se daban en la Residencia Reine-des-Apôtres. Su superior fue a verlo para anunciarle otra mudada. «Mi superior me dio una obediencia». Fue llevado a la Residencia Notre-Dame en Richelieu.

Producto de la fractura de la cadera, fallece el 17 de mayo del 2009, unos meses antes de cumplir 99 años. Sus funerales fueron celebrados en la Basílica  de Notre-Dame-du-Cap y fue enterrado cerca de su madre en el lote de las Oblatas en el cementerio de Sainte-Madeleine, Cap-de-la-Madeleine. Fue un momento emocionante que reveló la amplitud de su esplendor en todas las clases de la sociedad, en innumerables personas que lo consideraban como su padre espiritual.