Reine-Aimée, una pionera desde la fundación de nuestro Instituto.
Recorrido de su vida : Reine-Aimée es la 11ma. de una familia numerosa de 14 hijos. Desde su juventud, ella sintió la llamada del Señor a consagrarle su vida.
Unos años mas tarde, a la edad de 16 años, ella encuentra al Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.
y le habla de su deseo que ella siente. El Padre Parent le dijo de esperar un poco mas…puesto que el tenía un proyecto de fundación.
En 1952, tiene ahora 23 años y es profesora desde hace quatro años; recibe una carta del Padre Parent anunciándole que el animará un retiro en el mes de Julio a Edmundston, por las candidatas que desean unirse a su proyecto de fundación. Entonces, Reine-Aimée participa a este retiro.
Al fin del primer día, Padre Parent, (reconocemos su fogosidad) determina ya las resonsabilidades de cada una : Luce Lacombe, enfermera, será una « fundadera », Isabelle Delisle, una co-fundadora y Reine-Aimée Welsh, tendrá la responsabilidad de la formación de las nuevas candidatas.
Reine-Aimée hesita un poco frente a tal responsabilidad… Delante su indecisión, el Padre le pide : « ¿Lo has hecho antes ? » « No » replica ella… « Pues, pruebalo y veremos ». Y asi ella se volverá responsable de formación, primero a Grand-Sault, (Nouveau Brunswick) y después en 1953, a la casa de formación al Cabo-de –la Magdalena.
Reine-Aimée habia hecho sus primeros votos el 7 de Octubre 1952; y muy poco después, empieza a cumular responsabilidades.
El 21 de Febrero 1953, ella abre una casa a Cabo-de-la-Magdalena. La dirección de la casa tiene el número « profético » de « 555 » y la casa se situa Calle Nuestra-Señora. Poco tiempo después, ella se moverá, con Marguerite Desharnais, a la Casa del Peregrino situada al no 20, Calle del Santuario.
Reine-Aimée Directora General
Cinco años después, el 28 de diciembre, ella es elegida, por unanimidad, Directora genera del Instituto. En esta ocasión, Mgr Roméo Gagnon la felicita diciendo : « Usted es la escogida por el Instituto, también es la mía ». Reine-Aimée aceptó con humildad esas palabras porque venían del obispo quien era responsable del Instituto en ese momento. Será Directora general del Instituto hasta la asamblea general de 1967.
He aquí estan unos episodios que revelan la humildad que caracterisaba Reine-Aimée : Un día, durante una visita a Mgr Pelletier, el se exclamó : « ¿Qué? Una mujer tan joven con tantas grandes responsabilidades..,.! » Ella le respondió : « No estoy sola, hay el Padre Parent y unas compañeras competentes…No me gustaría que el Señor me haga el mismo reproche que hizo a Pedro : ¿Hombre de poca fe, porque has dudado?
En una otra ocasión, hace una respuesta parecida al Cardenal Léger que le preguntaba : « ¿Quien dirije este Instituto? Es Padre Parent o la Señora Welsh? » y ella de responder en seguida : « Ninguno, Su Excelencia, es el Espíritu Santo ».
De hecho, el Espíritu Santo, por la mediación de Mgr Albert Sanschagrin, (un primo de Reine-Aimée) inspirará un día a Reine-Aimée de sugerir al Padre Parent empezar los trámites necesarios para que el Institut sea reconocido por Roma. Y así se realizó.
Después de la Asamblea General de 1967
Después de esos 22 años de dedicación a la cabeza y en el corazón del Instituto, Reine-Aimée, acompañada de Angèle Demontigny, vivirán un ano a Paris donde estudiarán en relaciones de ayuda.
A su regreso, integra el mercado del trabajo primero en librerías; después en Québec, como responsable del Centro de acogida M.A.S. (Ministerio de asuntos sociales) que ofrecia un servicio de alojamiento, de inserción y de reinserción social por las madres solteras. Esta nueva tarea le convenía perfectamente y estaba bien preparada; es además lo que su equipo de trabajo y el personal ejecutivo de la dirección del Centro han testimoniado; se decian edificados pos su respecto de los demás, por su calma y su franqueza.
Reine-Aimée jubilada
Cuando ella tomó su jubilación, en 1988, ha vivido en residencia a Québec y después a Montréal. Nunca ha dudado de su llamado a ser oblata ni de la vida del Instituto, (otros podían calificar de fuego de paja o de entusiasmo que duraría un tiempo…) Su espíritu de servicio, su dedicación y su fidelidad han dado ejemplo a todas las oblatas que ella ha acogido en el transcuros de los numerósos años a la cabeza del Instituto.
60mo aniversario en el Instituto.
En noviembre 2011, en la ocasión de su 60mo. aniversario en el Instituto, Reine-Aimée ha redactado una corta autobiografía. Les voy a a leer unos estractos que resumen bien su recorrido tal como ella lo ha expresado :
Ella escribe… “Desde el principio, siempre he hecho lo que he podido para favorecer la eclosión del carisma del fundador, para dejarle todo el espacio. Nunca me he visto como una fundadora y me decia: “Es el Padre Parent que tuvó la gracia de la fundación, no yo.”
Al fin de su vida, Padre Parent me dijo : « Reine-Aimée, te agradezco por todo que has estado por el Instituto, he estado siempre seguro de ti y he podido contar contigo ». Esta frase confirmaba mis sentimientos profundos : la docilidad al carisma del Instituto en la persona del Padre Parent, era mi manera de servir a la manera de Maria (…)
Yo fue dócil porque yo era convincida que era lo que me pedía el Señor… No existió ninguna duda en mi a partir del momento donde he dicho sí. A veces, yo daba sugerencias al Padre Parent, pero el tomaba siempre las decisiones. Me he aplicado a no perjudicarlo…yo no estaba al servicio del Padre Parent sino al servicio del Señor en todo lo que el Padre me pedía. El era para mi, el intermediario de Dios…
Un día, he dicho al Padre Parent: “Trabajar por ustedes es fácil, pero trabajar con ustedes no es siempre fácil !” Lo que quiere decir que hubo momentos difíciles, pero yo me quedaba fiel a mi llamado en todo lo que era servicio, don y disponibilidad.
He servido con una grande fe, en una grande libertad, en el discernimiento y un gran abandono. Siempre yo me apartaba. En ciertos momentos donde yo me he sentido confusa, estoy segura de que el Señor me ha dado la sabiduria y el discernimiento que yo necesitaba.
Una de mis grandes alegrías, es cuando he visto la basílica del Cabo llena, en las funerales del Padre Parent, entonces he dicho al Señor, « Que contenta soy que Tu me hayas dado la gracia de haber estado fiel a lo que tu me has pedido, porque yo hubiera tenido tantas
ocasiones de garabatear en la misión del Padre Parent. »
Vemos aquí que vivir en la discreción y la humildad era bien la decisión de Reine-Aimée.
Querida Reine-Aimée; Tú, mujer discreta y humilde, que fue tan preciosa colaboradora del fundador de nuestro
Instituto; sepa que tu nombre quedará grabado para siempre en la historia del Instituto y en el corazón de cada una de nosotras que te hemos conocido y amado. Has estado realmente una « Reina, querida por todas las personas que te han cruzado . »
Consiguenos esta gracia para seguir amando al Instituto tal como tu lo has querido y servido durante todos esos años en medio de nosotros.
Que estés ahora feliz con el Bien-Amado de tu vida !