Tras la celebración del centenario del P. Roger Gauthier, o.m.i., el año pasado, este año tenemos la suerte de celebrar su 101mo aniversario.
Sigue siendo el hombre que siempre sonríe, acogedor, sereno y el corazón lleno de amor. La parálisis
de todo su lado derecho le mantiene en una silla de ruedas, pero también permanece presente y atento a los demás.
En 1957, el P. Louis-Marie Parent, o.m.i. le pidió que elaborara un folleto sobre la espiritualidad de las oblatas y en él puso todo su corazón, su fe y su inteligencia.
Durante muchos años ayudó a muchas oblatas en su progreso en la fe y sigue haciéndolo cuando le visitamos, incluso con las limitaciones de lo que él llama “su enfermedad”. Su sentido del humor, su capacidad de escucha y su sabiduría nos inspiran. De él aprendemos “la gracia de envejecer” como se menciona en unos de sus libros. Es un auténtico modelo de envejecimiento fructífero. La crítica y la queja no forman parte de su vida cotidiana y no deja de maravillarse de todo lo que la vida le regala hoy.
A lo largo de los años, el P. Gauthier ha predicado numerosos retiros a las oblatas, dado + conferencias y preparado círculos de estudio. A esto se añadieron retiros para comunidades religiosas, sesiones para parejas, los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y luego los Ejercicios en la vida cotidiana, principalmente con los laicos.
La semana pasada nos dijo que cada día le gusta repasar varios aspectos de su vida. También cada día nos incluye en la celebración eucarística.
¡Qué hombre de Dios, de corazón y de luz!
Le deseamos una larga estancia entre nosotros.
Jeannine G.
St-Jean-sur-Richelieu