Cuando he escuchado el nombre de este Instituto Secular, las OBLATAS MISIONERAS DE MARÍA INMACULADA, fui atraída por las dos «M» María y Misionera. María ha tenido siempre un lugar importante en mi vida y la palabra misionera ha hecho surgir en mí, mi espíritu de aventura. María me ha conducido a Jesús quien me preparaba desde siempre a una vida de consagrada en pleno mundo.
La espiritualidad del 5-5-5 fue para mí un descubrimiento adaptado a lo que yo era personalmente. A lo largo de mi evolución hasta hoy, esta espiritualidad me hace realizar que tratando de vivirla fielmente, sigo la enseñanza de Jesús, o sea, el Evangelio.
Hoy con Jesús y María, « misiono » en medio de la gente de aquí. Siempre feliz de ser consagrada al Señor.
Céline L.