Sucede a veces que algunas personas estén en busca de espiritualidad para vivir una vida de fe que tenga sentido, que nutra el alma, que invite a vivir en armonía y que interpela a construir alrededor de sí en nombre de Cristo. Si tú formas parte de estas personas, tengo el placer de presentarte aquí una espiritualidad que conviene a cualquier persona que quiera seguir los pasos de Jesús.

Esta parte directamente del Evangelio y es muy sencilla: construir su vida dejándose guiar por la Voluntad de Dios en el momento presente, en armonía con los demás y consigo mismo.

Una espiritualidad positiva en 5 actitudes de vida inspirada por el Espíritu Santo al Padre Louis-Marie Parent, o.m.i., fundador de nuestro instituto secular, que deseaba dejar esta herencia a todos aquellos que quieran crecer en el amor. Aquí tienen estas cinco actitudes de vida inspirantes.

1a actitud: Presencia de Dios
Prestar atención a la presencia de Dios en el momento presente, Él está en todas partes, en la persona que cruzo, en la naturaleza, una puesta de sol que admiro y en mí.

2a actitud: Ausencia de crítica destructiva
Cultivar una mirada benevolente hacia las personas. Cada persona es un reflejo de la bondad de Dios. Tener tolerancia en mi corazón como el Señor ve la persona, lo que me hace crecer con sus cualidades.

3a actitud: Ausencia de queja inútil
Acoger positivamente los acontecimientos más bien que quejarme de lo que me sucede día a día. Buscar lo positivo, siempre hay, se trata de abrir los ojos. Esto pone luz en mi camino y desarrolla en mí la admiración.

4a actitud: Ser de servicio
Preocuparme por los demás. Jesús se hizo servidor y me invita a caminar con ropa de servicio. Buena forma de descubrir mis carismas y mis talentos. Para que mi servicio sea eficaz, debo estar conectada a la fuente misma: Jesús. María es mi modelo de disponibilidad.

5a actitud: Artesano(a) de paz
Aplicarse en todas circunstancias a construir la paz. Si vivo las cuatro primeras actitudes lo mejor posible, la paz se instala necesariamente en mí y a mi alrededor.
Para llegar a ser especialista de la paz, debo injertarme a Jesús quien es la Vid que alimenta los sarmientos.

Entonces, después de haber leído estas actitudes, te invito a que te detengas para meditar todo esto en el fondo de tu corazón y luego, ¿qué te parecería si te pones en marcha?

Réjeanne Allard
Drummondville