Conocemos a María bajo muchos vocablos. La pequeña Teresa decía: “María es mucho más madre que reina”.
Es madre, es la mediadora de todas las gracias que Dios concede a todos sus hijos. María ama a todos sus hijos.
En la cruz, Jesús nos la presentó diciendo a Juan: “Aquí está tu Madre”.
María es poderosa sobre el corazón de Dios. Es Jesús quien dice:”Todo lo que mi madre me pide, se lo concedo”. Así fue su intercesión a las bodas en Caná.
Por esto en toda circunstancia podemos decirle: “María, pasa adelante”.
Ella nos enseña a rezar con su Magníficat. Con ella puedo decir:”Proclama mi alma al Señor porque ha mirado mi humillación, hace maravillas, enaltece a los humildes y se acuerda de su amor”.
María totalmente abandonada a la voluntad del Padre dijo:”Soy la sierva del Señor”.
María, nuestra madre enséñanos a decir siempre al Señor: “Aquí estoy para hacer tu voluntad”.
Lilianne Rodrigue
A.N.E.