Por supuesto, si consigo aceptarme tal como soy.

Cada ser humano tiene valor incontestable a los ojos de Dios y de los humanos. Cada ser humano es rico, maravilloso, misterioso, casi indescifrable, casi insondable. Todos los seres humanos son parecidos con sus cualidades, sus dones naturales, su riqueza de ser, sus aspiraciones profundas, su dinamismo de vida. Lo que los diferencia es el uso que cada uno hace con sus dones y riquezas. Unos, debido a su educación, se sienten atraídos para desarrollar unas cualidades que les llevarán a ser deportistas, otros a ser pensadores, algunos optarán por la administración, el comercio y la industria. Unos serán vendedores, otros compradores, etc.

El ser humano tiene dentro de sí mismo una multitud de talentos y aptitudes que nunca serán utilizados, aunque sean elementos esenciales de una cierta autonomía.

¿Conoceríamos una sola de nuestras cualidades si nos pusiéramos a vivirla de tres a cinco veces al día? Nuestra vida sería totalmente cambiada en unos meses.

Extracto de la Colección Voluntarios de Dios, « Puedo llegar a ser libre ». 
Grupo asociado al Instituto secular, Las Oblatas Misioneras de María Inmaculada.      

¿Puedo llegar a ser libre? Por supuesto, si consigo dominando mis inquietudes? (Parte 1)
¿Puedo llegar a ser libre? Por supuesto si llego a un cierto grado de concentración. (parte 3)