Adorar a Dios para mí, es ante todo expresarle mi profundo deseo de encontrarle a través de una actitud física exterior e interior de humildad. Es una manera de vivir un mano a mano con ÉL, de entrar en relación y dialogar con el viviente que me hace conocer su amor y su grandeza Es descubrir en ÉL su magnificencia, descubrir por medio de Él, a mis hermanos y hermanas en Iglesia. Es dejarle el primer lugar y comulgar con su gran Amor.
Leamos con atención esta bella oración escrita por el Padre Louis-Marie Parent o.m.i. que nos ilustra bien el rostro de Dios que es, que era y que viene.
Louise Fleury, Voluntaria de Dios.
O Señor
Tú eres la grandeza de todo lo que es grande.
Tú eres la belleza de todo lo que es bello.
Tú eres la bondad de todo lo que es bueno.
Tú eres el mejor de todo lo que está bien.
Habitas toda verdad,
vivificas todos los seres humanos,
animas todo movimiento,
eres la energía que resiste, que activa, que dinamiza.
Delante de Ti, el sol se viste de tu luz,
la luna es deslumbrada por tu sombra,
los ríos aplauden,
las montañas saltan de alegría,
los arroyos cantan sus himnos,
las estrellas centellean como ojos sobre la faz de los cielos.
Todo es maravilloso en Ti…
Me inclino, me prosterno, adoro. Amen.
Oración: «Adoración», del libro «En intimidad con Jesús» página 180.
Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.
Foto: Thomas de Pixabay