Leyendo esta oración, me decía que nuestro buen San José, a quien festejaremos en este mes de marzo, hubiera podido pronunciar él mismo estas bellas palabras.
Me atrevo a pensar que nuestro fundador, el Padre Louis-Marie Parent,o.m.i., se la habría dedicado murmurándola.
Señor, guarda mi corazón puro,
libera mi pensamiento de todo orgullo,
imprime mis palabras con tu unción,
fórmame a tu mentalidad,
graba en mi corazón las riquezas de tus perdones,
hazme sencillo y flexible.
Corrígeme, endereza mi camino,
ajústame a tus deseos,
estimúlame cada veinticuatro horas.
Llévame a tomar conciencia de que tú me preparas
cada día, una cruz especial
que me ayuda a seguir a Jesús, que me acerca a María,
que me encamina ciertamente a la resurrección.
Señor, concédeme la gracia de pensar como tú,
de obrar como Jesús,
de dejarme captar por el Espíritu divino,
de vivir humilde como María.
Señor, tú quieres que yo sea un servidor,
me indicas el último sitio, el que me corresponde;
acepto ser tu instrumento,
un guante de poca calidad que tu ablandas,
que tú guardas en la mano todo el tiempo que te complace.
Señor, tú eres mi refugio, mi roca,
un oasis, una soledad, un silencio, una presencia;
me quedo cerca de ti,
me inclino, me prosterno, te adoro,
te quiero. Amen
Padre Louis-Marie Parent, o.m.i. Yo te acojo p.127