La receta la menos bien conocida y bien hecha es sin duda la receta para construir la Paz. Es como una receta de pasteles, hay muchas:
hay la paz en el mundo,
la paz del corazón,
la paz en la familia,
la paz en el lugar de trabajo,
la paz en nuestra comunidad,
la paz del espíritu...
Los ingredientes para tener éxito con esta receta son siempre los mismos :
- Una gran cantidad de escucha
- Suficiente presencia para crear la confianza
- Mucha franqueza
- Tiempo de calidad
- Un acompañamiento realizado por la presencia de Dios
En este tiempo en que todo cuesta más caro por menos, la receta para construir la Paz es la que nos enriquece a nosotros y a quienes la ofrecemos. Puede presentarse muy sencillamente por la escucha, por un gesto de bondad, por un mensaje de aliento, por una oración, por una sonrisa…
He aquí un modelo de tarjeta preparado por un grupo de voluntarios y ofrecido a la salida de la iglesia a las personas que deseaban llevar el mensaje a otras personas que sufren en su entorno.
Les animo a utilizarlo en sus ambientes respectivos para construir la paz al cuidar de
los demás.
Nicole Gélinas-Dostaler,
amiga de los Voluntarios de Dios de Canadá