El 1ro de marzo pasado, con un pellizco en el corazón, Bernadette dejaba Amos para establecerse a Trois-Rivières en una residencia adaptada a sus necesidades. Hace casi 50 años, en septiembre 1974, llegaba en nuestra diócesis para asegurar la animación pastoral en la parroquia de Mont-Brun; una experiencia muy positiva a la que a menudo se refería.
Originaria de Pont-Rouge, en la región de Portneuf, Bernadette hace parte de las Oblatas Misioneras de María Inmaculada, un instituto secular femenino, fundado en 1952 por el Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.
En septiembre 1974, Bernadette recibe de Mgr Gaston Hains, el mandato de ser animadora de pastoral en la parroquia Mont-Brun; una novedad para ella y para la gente de este lugar. Sus 25 años de experiencia en el mundo escolar tanto en enseñanza como a la dirección de escuelas, le serán de gran utilidad para afrontar este nuevo reto. Trabajando sucesivamente con los Padres Michel Villeneuve, Gilles Martel y Bernard Tessier, ella se queda hasta septiembre 1982. En marzo 1983, una nueva misión le es confiada por Mgr Gérard Drainville: es nombrada animadora de pastoral parroquial a Sullivan donde el padre Marcel Albert era párroco. Tres años más tarde, siendo nombrada como responsable de la Casa central del Instituto de las oblatas, se va a Trois-Rivières; se quedará allí hasta diciembre 1992.
En septiembre 1994, con una Licenciatura y una Maestria en teología, Bernadette regresó a la diócesis de Amos. Recibe de Mgr Drainville el mandato de coordinadora de la pastoral diocesana, función que ocupará hasta septiembre 2007. Esta nueva responsabilidad la lleva, en el curso de los años, a caminar en numerosos senderos de la vida pastoral de nuestra diócesis: catecumenado, camino de fe, grupos religiosos, pastoral de los enfermos, servicio a los agentes de pastoral laicos, formación pastoral, educación de la fe de los adultos, iniciación cristiana y catequesis, formación a la vida cristiana, servicio a las animadoras de pastoral, comunicaciones.
Su servicio terminado como coordinadora de pastoral diocesana, Bernadette, mujer de fe profunda, de escucha y de corazón misionero, no se quedo en casa. Encontró la manera de quedarse en traje de servicio de diversas maneras en Amos, y eso, estando atenta a las personas de su medio, ofreciendo muy a menudo su escucha. Durante muchos años, llevaba la comunión eucarística a las personas viviendo en las Residencias Para Mayores en la ciudad de Amos.
Después de haber cuidado a los demás, de diversas maneras, el tiempo llegó para Bernadette, de cuidarse a sí misma, considerando sus 92 años. Aún si la hora de una cierta jubilación ha sonado, ella sigue llevándonos en su oración junto a las numerosas personas puestas en su camino en Abitibi. En adelante hace parte de los misioneros orantes. Demos gracias a Dios por haber puesto en el camino de nuestra Iglesia diocesana esta mujer en traje de servicio misionero. Un caluroso gracias a Bernadette por todos esos años de generoso servicio en nuestro medio.
Padre Raymond Martel, v.g.
Boletín de información de la diócesis de Amos, abril 2024.