Jueves, 04 Abril 2019 16:28

Qué bellas son tus obras

germaine menuQué bellas son tus obras. Qué grandes son tus obras Señor, me colmas de alegría.

El año 2018 fue un año de transición en mi vida ya que celebraba cincuenta años de compromiso en el Instituto. Temía ese año porque nunca me había gustado ser el foco de atención.

Este año me fue muy precioso. Comprendí que festejar un año jubilar no tiene nada que ver con la persona que soy.

Festejar un jubileo, es dirigir su mirada hacia Aquel que me creó con amor, quien me escogió por toda la eternidad, quien me puso aparte y quien camina fielmente conmigo.

Festejar un jubileo, es tomar el tiempo de saborear esta alegría inefable y esta seguridad que procura la misericordia del Señor. La vida es bella, la ida es grande y la vida espiritual es este pozo de agua viva que anima todo mi ser.

Festejar un jubileo, es darse tiempo para revisitar todos estos años que han pasado y descubrir en ellos este hilo conductor que me ha traído hasta este día. ¡Cómo no dar gracias al Señor por todas estas Maravillas!

Bendigo al Señor por todos sus beneficios. Lo bendigo por mi familia y por el camino de fe que me hizo descubrir. Lo bendigo por este llamado inscrito en el fondo de mi ser, Él supo mostrarme el camino para que pueda responderle. Lo bendigo por el Instituto de las Oblatas que me enseña cotidianamente la confianza y la alegría del don.

Lo bendigo por esta bella espiritualidad que me da medios concretos para llegar a ser cada vez más un testigo de amor y de paz.

Lo bendigo por resta bella fraternidad que tengo la felicidad de degustar en cada celebración que mis compañeras, mis amigos y mi familia prepararon con tanto amor, gentileza y delicadeza. Mi corazón está muy reconocido por todas las marcas de afección recibidas. Me han procurado mucha alegría y amor.

Por todos estos bellos momentos que hemos vivido juntas: gracias. Gracias particularmente por el calor de su amistad.

Amistosamente. Germaine D.