El Instituto Secular Las Oblatas Misioneras de María Inmaculada fue para mí una bella respuesta al deseo profundo que llevaba en mi corazón desde mi infancia. Es una familia espiritual muy grande donde se encuentra la fraternidad, el compartir y la alegría. La espiritualidad propuesta me invita a transformar poco a poco mi pobre corazón para hacerme testigo creíble del a mor del Señor.
Doy gracias a las autoridades del Instituto por toda la confianza que me concedieron. Esto me permitió vivir bellas experiencias en países extranjeros y abrir mi corazón a personas que viven en condiciones difíciles.
Estoy agradecida por todas las personas que aceptaron poner sus talentos y energías al servicio del Instituto para continuar esta hermosa obra iniciada por el Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.
Estoy totalmente feliz y deseo larga vida a este proyecto del Padre, que es el Instituto Secular Las Oblatas Misioneras de María Inmaculada.
Germaine Deslandes