Sábado, 31 Agosto 2024 22:44

Oblata en la pena como en la alegría

En 2014, el Papa Francisco dirigiendose a los institutos seculares dijo: «No pierdan nunca el impulso
de recorrer los caminos del mundo, la consciencia de que caminar aun con un paso incierto o cojeando, es siempre mejor que estar inmóvil, encerrado en sus propias interrogaciones o sus propias certezas».

logo oblateEstoy infinitamente agradecida por los últimos 20 años vividos como miembro de las oblatas, a las cuales me junté en 2004. Fue un período de crecimiento y aprendizaje durante el cual he profundizado mi relación con Dios. Al ser parte de este grupo, estuve en un ambiente de ayuda mutua que me permitió vivir mi fe de una manera única y participar plenamente en el mundo que me rodea. Si no hubiera respondido a la llamada de Dios a consagrarme a Él como oblata, mi vida hubiera sido muy diferente.

También estoy agradecida por las amistades que he hecho, el acompañamiento espiritual recibido y las oportunidades de ser útil que se presentaron. Ser miembro de un instituto secular me permitió integrar mi vida espiritual en mi vida diaria y esforzarme hacia la santidad cumpliendo con mis responsabilidades y compromisos de cada día.

sentenciaoblataVeo en el ritmo de las estaciones, el ciclo de la vida y la muerte y me recuerdo la naturaleza eterna de la presencia divina. Mi único hermano, David, falleció en febrero a 63 años. Era minusválido y aunque había vivido los 23 años en un centro de cuidados a largo plazo, me encargue mucho de él. Aunque tenía un retraso en su desarrollo, eramos muy cercanos y lo extraño todos los días. La pena es una carga pesada que llevar y afecta todos los aspectos de mi vida en este momento. Esta pérdida representa una de las experiencias más difíciles que me ha tocado vivir. Mi pena afecta mis juicios diarios y tengo que cuidar mucho de eso. Ahora todo lo que puedo hacer es rezar por él, aunque sospecho que se ha ganado un pase expreso a los amorosos brazos de Jesús.

Vivir una vida consagrada implica a menudo un compromiso a servir, ya sea a través de un ministerio oficial, del voluntariado o simplemente según los propios valores en las relaciones cotidianas. Tener un impacto positivo en la vida de los demás puede ser muy gratificante. Trabajé como enfermera titulada durante 40 años y cuando me jubilé, me sentí un poco perdida. Por otra parte, David necesitaba cada vez más cuidados a medida que su salud declinaba y he podido quedarme cerca de él. También hice trabajo voluntario durante siete años en unidades de cuidados paliativos, en Perth, Kanata y Ottawa; deje de hacerlo al comienzo de la pandemia de COVID 19. Ahora, hago parte de un equipo de cuidados paliativos en Royal Ottawa Place, donde vivió mi hermano. Estuve bien acogida por el equipo mientras que instauraban nuevas políticas y organizaban una formación para el personal.

Como oblata, trato de vivir con sencillez, lo que me incita a vivir de una manera más reflexiva y más consciente. Dando prioridad a los valores espirituales en vez de los materiales, encontré la paz en mi vida cotidiana y estoy más lúcida.

papafEn preparación para el Jubileo del 2025, cuyo tema es «Peregrinos de la esperanza», el papa Francisco ha nombrado 2024 como año de oración. Poniendo énfasis en el Padre Nuestro nos ofrece una gran oportunidad para volver a los fundamentos de la oración.

El Padre Nuestro es fundamental en el cristianismo. Consagrar un año para comprender mejor esta oración y profundizar nuestra relación con ella puede ayudarme a consolidar mi fe y mi relación con Dios. La Conferencia Canadiense de Obispos Católicos (CECC) recurrió a la experiencia de la profesora Josephine Lombardi para guiar nuestra reflexión y nuestra manera de interpretar el Padre Nuestro. Con este fin, la Sra Lombardi presentó cuatro seminarios web en abril 2024. Cada miembro de mi equipo escuchó estos seminarios web por su cuenta y luego nos reunimos dos veces por ZOOM para discutirlos. Fue muy enriquecedor para nuestro equipo.

Me baso en «nuevas salidas y nuevos comienzos», tal como está escrito en nuestras Constituciones. Cuento con la gracia divina para permanecer fiel y constante en mis esfuerzos por vivir la espiritualidad de las Oblatas Misioneras de María Inmaculada.

Judi Mallett
Ottawa, julio 2024