Domingo, 28 Marzo 2021 14:51

L'audacia por la oración

claudette.jpg¿Cómo mi vida de oración alimenta mi audacia para hablar de Él y sobre todo vivir con Él cada día?
Para mí que soy oblata desde hace 65 años, la oración constituye un momento importante de mi vida. He tratado vivir el segundo cinco pero siempre es un desafío para mí.
En mi medio, la práctica de la religión se ha vuelto casi inexistente. A veces, uno ridiculiza a las personas de la Iglesia, como los sacerdotes, las religiosas, etc. Pero reaccionar a estos gestos solo llevaría a más negativismo y al rechazo de mis creencias.

Así que guardo mis comentarios para mí y prefiero dejar hablar mi silencio que expresa de cierta manera mi desacuerdo evitando así alimentar las críticas. Cuando veo que unas reacciones negativas
puedan surgir sobre cualquier tema, empiezo a recitar interiormente varios Dios te salve María para pedir a nuestra Santa Madre traernos la paz y una comprensión más positiva de la vida.

photo FleuryLouA menudo recito la oración de San Francisco :
« Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde hay odio, que lleve yo el amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el perdón.
Donde haya duda, que lleve yo la fe. »

He empezado a llevar la medalla milagrosa (que me fue regalada cuando me hice oblata) esperando que ella me ayude a reaccionar de buena manera y para pedir a nuestra Santa Madre interceder por mí, sea cual sea la manera de la cual el Señor desea suscitar una conversión a mi alrededor.

Con el transcurso de los años, tengo la impresión de que las oraciones han hecho una diferencia y percibo más respeto por lo que yo represento. Sigo luchando contra lo negativo, pero estoy segura que con el segundo cinco, viviendo el momento presente y dejando realmente actuar el Señor, veremos cambios en los corazones. Tal vez nunca los vea pero eso le toca al Señor escuchar mi humilde oración y cambiar los corazones a su manera.

Hay que empezar con la oración si queremos escapar de lo negativo. La oración diaria me ayudará a creer en este esfuerzo apostólico y recordarme que debo perseverar y tener confianza en el Señor y Su voluntad. Necesito abandonarme a lo que el Señor me pide, aun cuando es muy difícil por momentos.

Claudette C.
Febrero 2021