«Quieres ser el sembrador de un día, siembra flores.
Quieres ser el sembrador de una vida, siembra un árbol.
Quieres ser el sembrador de la eternidad, siembra la bondad».
Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.
1. Eres rico y lo ignoras
Eres capaz de amar cuando te arriesgas a amar, tu rostro se vuelve lleno de ternura, tus brazos están dispuestos a acoger, tus piernas para servir. Tienes corazón, se trata de dejarte domesticar. Eres inteligente, pero te toca a ti primero creer en ello, los otros te seguirán.
El amor, es asunto tuyo, es tu trabajo, eres tú solo el administrador, el elaborador, el distribuidor de tus riquezas personales. Si tú te amas bien, si tú te amas en la verdad, los otros te notarán, te observarán y descubrirán en ti puntos que provocarán la admiración.
• Amarse, es buscar en el fondo de sí cualidades, descubrir sus talentos, es agrupar las energías, orientar su dinamismo en beneficio de los otros.
• Amarse, es buscar en los otros, lo mejor que tienen, es divulgar los valores positivos de los otros, es acostumbrarse a lo mejor que ellos tienen.
• Amarse, es estar atento a los demás, descubrir sus necesidades, tratar de ayudarlos a desenvolverse indicándoles que ellos son los representantes de una felicidad interior y exterior.
• Amarse, es construirse a sí mismo, es desarrollar una capacidad de escucha.
Cada uno posee en sí una energía que llamamos confianza en sí y que utilizamos para alentar a los demás.
Sembrar la paz alrededor suyo, es renovar su corazón, su mente, su vida
Extracto de la Colección Voluntarios de Dios, Louis-Marie Parent, o.m.i.
Empieza a vivir de nuevo. Conclusión artículos 1-2-3