Durante toda mi existencia, sentí un llamado a una vida consagrada. Encontré miembros de diferentes comunidades y trabajé con ellos, pero siempre encontré que, aunque yo respetaba mucho las comunidades religiosas a las cuales muchos de mis amigos y colegas de trabajo pertenecían, sabía en mi corazón que no era el estilo de consagración a la cual Dios me llamaba.
Entonces, el Obispo, Mons. Gerry Wiesner me hizo conocer a las OMMI del oeste de Canadá y de repente, ¡mi llamado a la vida consagrada tomaba todo su sentido!
Mi deseo de vivir sencillamente, estar abierta a ofrecer mis dones a otros sin que haya barreras entre nosotros, como un título o hábito, me convenía. Algo como buscar Dios en la vida cotidiana y la disponibilidad siempre fueron muy importantes para mi camino en la fe. Además, mientras más conocía las 5 actitudes, más las miraba como un faro en mi camino de vida especialmente los números 3 y 4 que representan cada día un desafío para mí y me guardan siempre consciente del llamado continuo de Dios a crecer en la fe, la esperanza y el amor
Marian G. Regina Saskatchewan